Compartiendo vuestros conocimientos…

A raíz del interés que van suscitando algunos de los temas que exponéis, correspondientes al Seminario 5, he decidido que podría resultar interesante compartir por esta vía algunas de vuestras presentaciones, para que compañeros/as de otros grupos puedan ser partícipes también de los interesantes temas que estáis tratando.

Lo que haré será ir colgando las presentaciones que me paséis si queréis que éstas sean compartidas por el resto, si creéis que pueden resultarles interesantes, si se os ha quedado algo por decir por falta de tiempo, etc…

No dudo del feedback que daréis también por esta vía, y del reconocimiento que haréis, al esfuerzo y la calidad de los trabajos 😉

Os dejo un interesante powerpoint de Ana Dato (sobre la Acción Humanitaria y El Papel de Enfermería) así como un video de su presentación

 

Y otro gran trabajo de Ana Soler que ha recogido el testimonio de una afectada de Sensibilidad Química Múltiple, y nos ha contado cómo vive la paciente con su enfermedad.

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Esto es AUTOMOTIVACIÓN!

Por si no os quedo claro, seguro que el video os lo explica mejor que yo 🙂

DISFRUTAD DE ESTA SEMANA DE MERECIDO DESCANSO!

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Demostrado empíricamente que la empatía mejora la salud

Para los/as escépticos/as que pensaban que esto de la Empatía era una utopía de su profesora de psicología… o algo que sólo tenía que ver con ser más o menos agradable… queda demostrado empíricamente (por americanos, que siempre farda más y seguramente os convencen más que yo ;)) que la empatía tiene efectos clínicos y es terapéutica!

Investigadores de la Universidad Thomas Jefferson, en EEUU, han demostrado y cuantificado cómo la empatía de los médicos puede mejorar los resultados clínicos de sus pacientes, sugiriendo que la capacidad de un facultativo para ponerse en el lugar del enfermo es un importante factor terapéutico. Los resultados se publican este mes en ‘Academic Medicine’.

Durante mucho tiempo se ha pensado que la calidad de la relación médico-paciente es esencial para conseguir resultados positivos en un tratamiento. Sin embargo, esta es la primera vez que los datos confirman esta creencia. Según Mohammadreza Hojat, profesor del Departamento de Psiquiatría y Conducta Humana de la citada universidad, «el objetivo de este estudio era proporcionar un fundamento científico basado en la evidencia para el estudio de la empatía como un factor clínico importante para la mejora de los pacientes». «Nuestros resultados demuestran –dice– que los médicos más empáticos tienen mejores resultados clínicos que los facultativos con una empatía menor».

Un total de 891 diabéticos participaron en este estudio. Estos pacientes fueron tratados entre julio de 2006 y junio de 2009 por 29 médicos en el Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Universitario Thomas Jefferson. Estos investigadores utilizaron la Escala de Empatía Jefferson (JSE, por sus siglas en inglés), desarrollada en 2001 como un instrumento para medir la empatía en el contexto de la educación médica y el cuidado del paciente.

Artículo original en: http://www.psicologia-terapias.com/2011/03/demuestran-que-la-empatia-del-medico.html#axzz1eTl8yn8E

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Una lección sobre autoestima

¿Quién eres? Mírate con los ojos de la humildad, de la objetividad… No de la sociedad

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¿Casualidad o Causalidad?

Casualmente (o causalmente) esta mañana ha llegado esto a mi buzón de correo… dada la temática de la clase de ayer, lo comparto con vosotr@s…

Una mañana agitada en la consulta de enfermería. Eran las 8:30 cuando un señor mayor (de unos 80 años) llegó para que le retiraran los puntos de su pulgar. El señor dijo que tenía prisa, que tenía una cita a las 9:00, la enfermera le pidió que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora. Lo vio mirando su reloj y decidió examinar su herida. Mientras lo curaba le preguntó si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado.

El señor le dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. La enfermera le preguntó sobre la salud de ella: él le respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer.

Le preguntó si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde. Le respondió que hacía tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo.

La enfermera, sorprendida, le preguntó: ‘¿Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quién es usted?’ él sonrió y le dijo: «Claro! Ella no sabe quién soy, pero yo aún se quién es ella»

Las personas más felices no siempre son las que tienen todo lo mejor posible, si no las que hacen todo lo mejor posible…

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«Sonríe. Sé positiva/o. Mira a las personas como lo que son: grandiosas!!»

Much@s conoceréis el vídeo, pero a mi sigue emocionándome verlo y quería compartirlo con vosotr@s 🙂

UNA SONRISA Y ALGUNAS PALABRAS DE ALIENTO NOS PUEDEN CAMBIAR EL DIA… E INCLUSO LA VIDA.

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El poder de las palabras. A propósito de un cuento.

Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Las palabras tienen mucho poder. El éxito en la vida está asegurado si uno domina el arte de elegir bien sus palabras al comunicarse.

La maldición de las Palabras negativas 
Las personas que utilizan por sistema las palabras negativas en su día a día (“no”, “no puedo”, “imposible”, “quizás”, “nunca”), suelen tener problemas para superarse en la vida y se autoevalúan como menos felices. Estas palabras negativas no solamente funcionan como obstáculos autolimitadores, sino a la vez llegan a nuestros interlocutores (aunque sea de manera inconsciente) e influyen de manera negativa en sus decisiones hacia nosotros. Todo cambia completamente al pronunciar palabras afirmativas. Un buen vendedor sabe esto muy bien. Le entrenan para evitar las palabras negativas. 

El Secreto de las palabras positivas 
Las palabras positivas pueden hacernos sentir bien e inspirarnos. Palabras como “me gusta”, “qué bien”, “te lo agradezco mucho”, “te quiero”, “muchas gracias”, “excelente”, “quiero”, «puedo», “¡adelante!”» … son alimento para la mente. Despiertan algo en nosotros que hace que consigamos realizar con más facilidad nuestros deseos y propósitos. Los grandes gurúes del autodesarrollo utilizan palabras positivas para inspirar y para motivar a gente para que alcanzan sus metas.

La Programación Neuro-Lingüística (PNL) es el estudio de cómo el lenguaje afecta nuestro sistema nervioso. Mediante las palabras podemos dirigir el propio cerebro de manera óptima para lograr los resultados que uno desea.

El siguiente cuento de la tradición árabe, ilustra de forma clara cómo al elegir las palabras correctamente se consiguen óptimos resultados.

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Al despertar, mandó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.

El sabio dijo:
– ¡Qué desgracia, Mi Señor!
– Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad

.. y el sultán gritó enfurecido:
– ¡Qué insolencia!
– ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa?
– ¡Fuera de aquí! ¡Que le den cien latigazos!

Más tarde el sultán ordenó que le trajesen a otro sabio para aconsejarle sobre lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
– ¡Excelso Señor!
– Gran felicidad os ha sido reservada.
– El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.

Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro al sabio.

Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo sorprendido:
– ¡No es posible!
– La interpretación que has hecho del sueño es la misma que el primer sabio.
– No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.

El segundo sabio respondió:
– Amigo mío, todo depende de la forma en que se dice.

(Fuente: http://sloyu.com/blog/2011/10/el-poder-de-las-palabras/)
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Nuestro pequeño homenaje

«No es verdad, como decía aquella serie de televisión, que ‘sin tetas no hay paraíso», y aunque yo creo que no hay paraíso, con o sin tetas, desde luego vida hay» (Isabel Coixet)

Sólo 10 minutos y medio de nuestro día a día; sólo 10 minutos y medio en los que dejar nuestras preocupaciones, para pararnos a escuchar y a compartir las preocupaciones y las experiencias de estas supervivientes.

¿Crees que puedes dedicarles 10 minutos y medio? 

Me encantaría que después de verlo, tú también dejases «La Huella de Tu Voz» 😉

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En el Día Mundial de los Cuidados Paliativos: Gestos que recuperan la humanidad

La idea de cuidar y acompañar a quien sufre es probablemente tan antigua como lo es la historia de la humanidad. De hecho, propongo imaginar una situación: un hombre, (pensemos en cualquier hombre de la prehistoria), sufre una herida profunda producto de una lucha con un feroz animal o un golpe en su cabeza o alguna enfermedad desconocida. Algo imprevisto que cambia el rumbo de sus días de cazador, algo que hasta hace unos instantes no existía, lo enfrenta a su muerte. Casi sin darse cuenta comienza a recorrer los últimos momentos de su vida. El proceso es rápido: al cabo de unas horas muere y su muerte se pierde en el mar de la historia de la humanidad. Este hombre de las cavernas, que quizás ni nombre haya tenido, ya vivía en comunidad. Y quizás, en el silencio de su cueva, haya habido un gesto de cobijo y cuidado por parte de uno de los integrantes de su grupo. Quizás (y me tomo el atrevimiento de completar la escena) alguien le haya alcanzado agua, haya intentando darle calor con alguna piel de animal, o tan sólo, haya permanecido a su lado en silencio. 

El concepto de Cuidados Paliativos sigue siendo para muchos algo desconocido o algo sobre lo cual muchas veces se tiene una idea confusa o equivocada. La Organización Mundial de la Salud define a los Cuidados Paliativos como el cuidado activo y total de los pacientes cuya enfermedad no responde a terapias curativas.

Su actuar se basa en el alivio del dolor y otros síntomas acompañantes y considera a la persona como un ser integral, atendiendo a todas sus necesidades tanto en lo físico y psicológico, como así en lo social y espiritual. El trabajo se realiza a través de un equipo interdisciplinario (enfermeras/os, psicólogos/as, médicos/as, trabajadores/as sociales, voluntarios/as, familiares, etc.) y el objetivo es alcanzar la máxima calidad de vida para el paciente y la familia, poniendo especial atención en sus deseos para lograrlo.

El siglo XX sin duda ha sido la época en que los avances científicos más han aportado a la salud de la humanidad. Vacunas, cirugías, aparatos para diagnóstico; grandes novedades que han modificado el curso de las enfermedades. Pero también hay que admitir que tanto avance tecnológico no ha sucedido sin producir algún que otro perjuicio. El hombre, poco a poco, se ha vuelto ajeno a su propia vida y en muchos casos se ha convertido simplemente en un objeto de la ciencia. Ha dejado en manos de la medicina acaso sus instantes más preciados. Basta con pensar, por ejemplo, en el nacimiento y en la muerte; hasta hace un siglo resultaba de lo más normal nacer y morir en los hogares, de hecho a nadie, en aquel tiempo, hubiera resultado extraño tales costumbres. Sin embargo, con el avance de la ciencia, algunos límites se han movido: es cierto que a muchas personas con graves enfermedades se le puede ofrecer hoy en día una cura que antes parecía imposible, pero por otro lado, también es cierto que la ciencia también se ha hecho cargo muchas veces de sostener la vida cuando ya no la hay, de ensañarse con tratamientos agresivos cuando ya no hay una expectativa concreta de curación (lo actualmente definido como ensañamiento terapéutico).

Hacia mediados de la década del 70, y quizás en respuesta a este avance científico (que en su aspecto negativo se caracterizaba por muchas veces dejar fuera el factor humano) comenzó a expandirse a nivel mundial el movimiento de los cuidados paliativos. Los cuidados paliativos, como tal, más que una “especialidad médica”, se presentan como una “nueva” mirada hacia el paciente que sufre. Frente a la (todavía hoy tan escuchada) frase “ya no hay nada que hacer” levantan la voz y exclaman:

“cuando no se puede curar, se puede cuidar, entonces hay mucho que hacer”. 

Frente a una situación de no curabilidad aparece una larga lista de cuidados, de compañamiento y de sostén tanto físico como emocional y espiritual. Los cuidados paliativos no adelantan ni posponen la muerte. Ponen la atención en eso de “no llenar la vida de años, sino llenar los años de vida”. Los cuidados paliativos pueden ponerse en práctica tanto en niños como adultos, tanto para enfermedades oncológicas como no oncológicas (HIV-SIDA, enfermedades degenerativas, enfermedades crónicas, etc.), y se pueden aplicar tanto en estadío terminal como al comienzo de la enfermedad.

En estos tiempos no es frecuente escuchar hablar de muerte ni de nada que tenga que ver con ella, lejos de eso, a diario se la intenta silenciar o incluso esconder (muchas veces en la fría sala de un hospital). Los medios de comunicación, si hacen referencia a ella, lo hacen en general desde las secciones de policiales. No se suele reflexionar en torno a la muerte. El paradigma actual hace fuerza por convencernos de que los valores reinantes sólo tienen anclaje en lo material, lo estético, lo externo. Sin embargo, hay sobradas razones para hablar hoy de cuidados paliativos. Una de ellas acaso sea el intentar poner sobre la mesa un tema frente al cual todos nos volvemos iguales: la única certeza que tenemos es que un día nos vamos a morir. Esconder a la muerte, además de ser peligroso, nos vuelve de alguna manera más infantiles, más indefensos y más ignorantes de la vida.

Hablar de la muerte también es pensar en las personas que sufren graves enfermedades, en sus necesidades y en sus miedos y para quienes la sociedad aún continúa en deuda. Hablar de la muerte es hablar de la vida. Es elevar las necesidades de los pacientes con enfermedades limitantes para la vida y sus familias a la categoría de derechos. Creemos que, como sociedad que se siente en crecimiento y que busca su propia superación, resulta fundamental la reflexión de estos temas. Acaso los cuidados paliativos, como otros tantos movimientos sociales, puedan hacer su aporte en este punto.

En definitiva, la forma como las sociedades tratan a sus integrantes enfermos y moribundos, ¿no habla de ellas mismas?

Por supuesto, y como siempre, vuestras reflexiones compartidas serán bien recibidas…

Fuente:
http://www.bariloche2000.com/index.php?option=com_content&view=article&id=62886:reflexionan-sobre-los-qcuidados-paliativosq-en-la-salud&catid=17:noticia-del-dia&Itemid=18
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Estrés: verdades y mitos sobre una realidad cotidiana

Por si alguna/o de vosotras/os quiere saber más sobre el estrés;

si alguno/a de vosotros/as quiere saber si se puede dominar el estrés;

si alguien quiere saber cómo el estrés puede ser algo positivo y cuándo se convierte en causa de enfermedad

si alguna/a de vosotras/os se plantea qué hace que unas cosas sean estresantes y otras no…

Un vídeo de 25 minutos donde encontraréis respuesta a la mayoría de esas preguntas:

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